Canon Digital
¿Que Es?
Pero, ¿qué es el canon digital? El canon es la tasa que se aplica sobre equipos y soportes electrónicos de uso masivo como móviles, MP3 y MP4, memorias USB, CD, DVD o discos duros externos para compensar los derechos de propiedad intelectual que los creadores dejan de percibir por la práctica de la copia privada.
El canon digital lleva, por tanto, tres años en vigor pero su definición sigue estando sujeta a discusión. El canon digital pretendía compensar a los autores por los ingresos que dejan de percibir cuando se hace una copa de su obra.
Esa es la definición, pero existe mucho desconocimiento sobre cómo se aplica, cuánto se paga por cada equipo o a dónde va el dinero. Te contamos las claves para entender mejor el canon digital.
¿Adónde va el dinero del canon?
Aunque los artistas son el objeto último de
beneficio de este canon, son las sociedades de gestión derechos de autor,
como la “SGAE”, las que
administran el cobro del mismo.
¿Cuándo se impuso la tasa?
La legislación contempla por primera vez los
derechos de autor en 1987 con la Ley de Propiedad Intelectual. En 1992
comienzan a gravarse los primeros artículos analógicos, aunque no es hasta 1996
cuando se obliga a poner en la factura el importe del canon y a cobrarlo.
Entidades a
favor y en contra.
Las entidades
que apoyan son las que se ven directamente beneficiadas, como el gobierno y las
entidades de gestión de derechos de autor, pero los que consumidores y usuarios
de estos productos se van en contra, ya que se ven obligados a pagar más por el
producto.
Opinión
Personal:
En mi opinión
me pondré en los dos lugares que se ven perturbados por el canon digital.
Como un
consumidor activo de la mayoría de estos productos, me veo damnificado, porque
me veo obligado a pagar mas por algo que se supone que no debería salir de mi
bolsillo, porque se supone que al uno comprar el producto esta pagando por algo
que alguien desarrollo para beneficio de nosotros los consumidores, y por ende
ya el dicho producto representa ganancias para el autor del producto.
Poniéndome en
posición de un autor de “x” producto o en lugar de una entidad beneficiara de
estas ganancias de autor, yo apoyaría el canon digital, ya que en efecto podría
cobrar permanentemente el desarrollo de mi producto “x” y como entidad
beneficiaria, cobraría por el solo hecho de recaudar este dicho “impuesto”
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